1. Quinteto
Estrofa de cinco versos de arte mayor que riman a gusto del poeta, con la condición de que no haya tres versos seguidos con la misma rima y de que los dos últimos no formen pareado. Posibles combinaciones son: ABAAB, ABABA, ABBAB, AABAB, AABBA. Es una forma métrica que ya se encuentra en el siglo XVII y en el Neoclasicismo, y que se cultiva con profusión en el Romanticismo y en el Modernismo, si bien con menos fuerza. El Duque de Rivas introduce una variación en el esquema del quinteto al incorporar un heptasílabo como último verso (ABBAb). También es posible que el final de la estrofa se defina como un pareado:
"Sus remansos ceñidos de espadañas, (José Zorrilla) |
2. Quintilla
Estrofa de cinco versos de arte menor (normalmente octosilábicos), con dos rimas consonantes distintas que se organizan a gusto del poeta, con la condición de que no haya tres versos seguidos con la misma rima, de que los dos últimos no formen pareado y de que ningún verso quede suelto. Por tanto, las combinaciones son: abaab, ababa, abbab, aabab, aabba. Su esquema deriva de la redondilla a la que se añadió un verso. Empieza a cultivarse en el siglo XV en combinación con otras formas estróficas (dos quintillas pueden constituir la Copla Real). En el siglo XVII su empleo mayoritario se debe al teatro, donde se combinó con las redondillas, aunque hay excepciones como el poema de Lope de Vega El Isidro, escrito también en quintillas. El Romanticismo y el Modernismo retoman el uso de las quintillas, que había decaído durante el siglo XVIII (si bien, autores como Diego de Torres y Villarroel o Nicolás Fernández de Moratín las cultivaron asiduamente).
"Vinieron las moras bellas
de toda la cercanía,
y de lejos muchas de ellas,
las más apuestas doncellas
que España entonces tenía"
(Nicolás Fdez. de Moratín)
3. Lira
Estrofa de cinco versos, de los cuales dos son endecasílabos (el segundo y el quinto) y tres son heptasílabos (el primero, el tercero y el cuarto). El esquema de las rimas, consonantes, se organizan del siguiente modo: aBabB. Es una forma introducida, como todas las estrofas “aliradas” en el siglo XVI por influjo de la literatura italiana. Garcilaso de la Vega es el pionero en su uso con la composición Oda a la flor de Gnido, de cuyo primer verso toma la estrofa su nombre.
"Si de mi baja lira (Garcilaso de la Vega) |
Es profusamente cultivada en el Renacimiento por autores como Fernando de Herrera, fray Luis de León y san Juan de la Cruz. También lo es en el XVII, por autores como el Conde de Villamediana y en el XVIII, con Meléndez Valdés, José Cadalso y Leandro Fernández de Moratín. En el Romanticismo acrecienta su popularidad en composiciones como A España triunfante, del Duque de Rivas, o A Roma, de José Zorrilla.
La armonía y el éxito de esta combinación se debe a que responde perfectamente al intento renacentista por encontrar un molde breve que se ajuste a la limitación característica del modelo horaciano que se intenta imitar. En palabras de Dámaso Alonso: «Para una poesía de contención y refreno, la lira era, pues, una medida apropiada. La larga estrofa petrarquista es una invitación a la palabrería, y si el poeta se halla en un mal momento, fácilmente se deja rodar por el largo camino que se le ofrece delante. La lira, en cambio, es una constante advertencia al refreno, una invitación a la poda de todo lo eliminable. La lira, con sus cinco versos, no permite los largos engarces sintácticos: la frase se hace enjuta, cenceña, y el verso tiende a concentrarse, a nutrirse, apretándose, de materia significativa»
Fuentes:
- Enciclopedia Universal Micronet 3.0
-
DOMÍNGUEZ CAPARRÓS, José. Diccionario de Métrica Española. Madrid - Alianza, 2007
Muchas gracias, amigo Elhi, por tu generosísimo comentario.
ResponderEliminarY enhorabuena por tu blog, tan instructivo y tan necesario. Muy bien ideado. Enormemente útil.
Un gran abrazo desde Madrid.
Hola, aquí nos encontramos muchas cosas interesantes para tener en cuenta a la hora de escribir y leer.
ResponderEliminarMuy buena idea la de estos post.
un saludo
Rosa
Gracias, amigo Antonio, por acercarte a este espacio y honrarlo con tu presencia. Espero que este blog perdure en el tiempo y sea una fuente de consulta permanente y renovada para todos los amantes de la poesía.
ResponderEliminarUn abrazo fraterno.
Gracias, amiga Rosa, por tu visita y por este comentario que me motiva a seguir adelante.
ResponderEliminarUn saludo afectuoso desde Falcón.
Pues aquí estoy otra vez para agradecer a tus pasos su generosa amistad.
ResponderEliminar¡Qué gran labor estás haciendo, amigo Delhi! Gracias y un gran abrazo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPues aquí acabe al acceder a tu enlace , y creo que aprenderé mucho en el , gracias por dejar presencia de tus conocimiento para que torpes como yo intentemos aprender, un fuerte abrazo amigo mio.
ResponderEliminarInteresante blog, un favor ¿me podrias decir la diferencia entre lira y madrigal? Gracias.
ResponderEliminarSi, por cierto:
EliminarEl Madrigal es un tipo de poema compuesto sin un orden estricto por versos de 7 y 11 sílabas y con rima consonante.
Lira es un tipo de estrofa de cinco versos de la métrica española e italiana, compuesta de tres versos heptasílabos (siete sílabas) y dos endecasílabos (once sílabas) con la disposición 7a, 11B, 7a, 7b, 11B.
Jajajaja, te encontré en este blog!
No me hagas caso, tu sabes mucho más que yo!!!
Jorge.
Hola Delsue, Vicente Fernández Cortes, está indignado por irte de Mundo Poesía.
ResponderEliminarEstoy trabajando en liras, necesito mas información, que las de Garcilaso de la Vega.
Un abrazo e intenta comunicarte con Vicente.-
Excelente información brindad. Gracias por ser.
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